PARROQUIA SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

PADRES TEATINOS
Cnel. Bogado y Los Ceibos - Boulogne, San Isidro

Capilla Nuestra Señora de la Pureza (Bacacay 630)
Capilla Cristo Obrero (Aráoz y Guayaquil)
Capilla Medalla Milagrosa (Barrio Ombú)

HORARIOS DE MISAS

PARROQUIA SAGRADO CORAZON

martes a viernes a las 18 hs.

sabados a las 19 hs

domingos a las 8 hs-11hs-19hs



CAPILLA CRISTO OBRERO

sabados 17:30 hs



CAPILLA PUREZA

viernes 8 hs.

domingos 9:30 hs

7/11/09

Domingo 32°... La Palabra. 8 de noviembre' 09

Manos abiertas, manos generosas
La vida cristiana no sólo está hecha de grandes declaraciones. Hay que recitar el Credo todos los domingos y solemnidades. Hay que tener presente sus grandes verdades. No conviene olvidar las verdades básicas de nuestra fe: la encarnación, la resurrección, etc. Pero también es verdad que la semana está hecha de días de diario, días normales, del lunes al viernes. Días de trabajo, de rutina. Días sin ropa de domingo. Para esos días conviene tener muy presente evangelios como el de este domingo que nos habla de un pequeño detalle que en la vida diaria ayuda a construir una vida cristiana de las de verdad. Porque en la vida podemos vivir tan centrados en nosotros mismos y en nuestras necesidades y problemas que se nos olvide mirar a los demás, a los que nos rodean. Colocados en esa perspectiva las cosas que tenemos a nuestro alcance se convierten en recursos necesarios e imprescindibles para nuestra propia supervivencia. Las manos se nos vuelven herramientas que agarran y guardan en nuestros almacenes como pequeñas o grandes palas excavadoras que barren hacia sí mismas todo lo que encuentran. Es toda una actitud vital. Una nueva forma de vivir Frente a ella, hoy las lecturas nos proponen otra forma de vivir. Las manos ya no son herramientas que agarran y atraen hacia mí sino que se abren para compartir en generosidad total. Más allá de lo razonable. Es lo que se nos cuenta en el relato del profeta Elías. La viuda no tenía casi nada. No tenía lo suficiente para ella y para su hijo pero, al compartir lo poco que tenía con el profeta “ni la orza de harina se vació ni la alcuza de aceite se agotó”. Lo mismo se puede decir de las palabras de Jesús en el Evangelio que contraponen la actitud de los que “devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos”, con la de la pobre viuda que echa en el arca de las ofrendas (una forma de compartir) de lo que necesita para vivir. Y en la segunda lectura de la carta a los hebreos se nos abren los ojos sobre la generosidad de Cristo, que entrega su propia vida para nuestra salvación. Al final de este recorrido, descubrimos que esta actitud –generosidad, compartir– no es un detalle accidental de la vida cristiana. En absoluto. Es un detalle central. Es que resulta que Dios mismo es así, que esa entrega generosa, hasta dar la vida, a los demás forma parte del mismo ser de Dios. Una entrega generosa por la vida El núcleo del mensaje del Evangelio nos viene a decir que no hay otra forma de vivir en plenitud que en esa relación generosa y de entrega con los que nos rodean. Ser persona es tener las manos abiertas para saludar, para compartir, para dialogar, para dar, para confiar. Cerrar el puño, acaparar, barrer para casa es volver a una situación pre-humana, es volver a las cavernas, es dejar que lo más animal de nosotros triunfe. Compartir, dar con generosidad, es toda una forma de vivir que nos hace incluso más felices. Pienso ahora en esas veces que se reúne un grupo de personas para comer juntos. Cada uno decide hacer su pequeña aportación. Al final, aunque siempre hay algunas personas que no llevan nada, siempre sobra, hay comida en abundancia. Se ha producido el milagro. Al compartir es como si los bienes se multiplicasen. ¿No será que siendo un poco más generosos solucionaríamos muchos de los problemas de nuestro mundo? Generosos con la comida, generosos con los bienes, generosos con el perdón, generosos con la misericordia, generosos con la amistad. Manos abiertas y no puños cerrados. Toda una forma de vivir en cristiano.

Fernando Torres Pérez (ciudadredonda.org)

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